ONU Enviroment organiza desde el año 2006 el Día Mundial de las Aves Migratorias, que este año se ha celebrado el sábado 9 de mayo y también se celebrará el día 10 de octubre.
El lema de 2020 es «Las aves conectan nuestro mundo», que se escogió para destacar la importancia que reviste conservar y restaurar la conectividad ecológica y la integridad de los ecosistemas que apoyan los ciclos naturales y que son esenciales para la supervivencia y bienestar de las aves migratorias. El lema también subraya el hecho de que las aves migratorias forman parte de nuestro patrimonio natural compartido, y que dependen de una red de sitios distribuidos a lo largo de sus rutas migratorias para la cría, la alimentación, el descanso y la hibernación.
El ave migratoria emblemática de la Manchuela conquense es el Aguilucho Cenizo, que se puede ver de marzo a septiembre en algunas zonas del sur de la comarca.
Se trata de una especie vulnerable a la alteración de su hábitat (llanuras pseudoesteparias a base de cultivos extensivos de cereal en secano), que está sufriendo un cambio radical en los últimos 10 años por la sustitución de los cultivos de cereal por cultivos leñosos extensivos, como el viñedo en espaldera. Si esto sigue así el aguilucho cenizo será muy difícil de ver en nuestra comarca dentro de unos pocos años.
Dentro de un mes empezará la siega del cereal en la comarca y este es otro de los grandes problemas para la conservación de esta especie, ya que la principal causa de mortalidad sobre la especie es la altísima proporción de pollos que mueren durante la cosecha de cereal.
Más información sobre el Aguilucho cenizo de SeoBird Life.
Ficha técnica del Aguilucho cenizo: