Día Mundial de Lucha contra la Desertificación y la Sequía

Cada 17 de junio se celebra el Día Mundial contra la Desertificación y la Sequía con el fin de concienciar acerca de las iniciativas internacionales para combatir estos fenómenos. Esta fecha nos brinda una oportunidad única para recordar que se puede neutralizar la degradación de las tierras mediante la búsqueda de soluciones, con una firme participación de la comunidad y cooperación a todos los niveles.

La desertificación es la degradación de la tierra en las zonas áridas, semiáridas y subhúmedas secas. Está causada fundamentalmente por la actividad humana y las variaciones climáticas. Este proceso no hace referencia al avance de los desiertos existentes. La desertificación se debe a la vulnerabilidad de los ecosistemas de zonas secas, que cubren un tercio de la superficie del planeta, a la sobrexplotación y el uso inadecuado de la tierra. La pobreza, la inestabilidad política, la deforestación, el sobrepastoreo y las malas prácticas de riego afectan negativamente a la productividad del suelo.

Más información de la ONU: https://www.un.org/es/observances/desertification-day

Situación en la Manchuela conquense

Según el Programa de Acción Nacional contra la Desertificación (PAND) en la Manchuela conquense se encuentran en riesgo de desertificación alta o muy alta 130.967,23 hectáreas equivalentes a la mitad de la superficie comarcal; asimismo esta superficie equivale al 28,48 del total de la superficie de la provincia de Cuenca con estas clases de riesgo.

Como se aprecia en el mapa este riesgo elevado de desertificación se da en la zona con más intensidad de cultivos del sur de la comarca, en función de:

– Sus condiciones de aridez, calificada de semiárida el Mapa de Aridez elaborado por la Estación Experimental de Zonas Áridas (CSIC).

– Las pérdidas de suelo. Con pérdidas de suelo entre 12 y 25 toneladas por hectárea y año, superando las 25 t/ha/año en amplias zonas, según el Mapa de Estados Erosivos de España (1987-1994).

– Sobreexplotación de los acuíferos.

Si tenemos en cuenta el riesgo de desertificación alto o muy alto la superficie relativa afectada es prácticamente el doble en la Manchuela conquense en relación a la provincia de Cuenca o la región de Castilla-La Mancha.