La Red Castellano Manchega de Desarrollo Rural, en colaboración con los 29 Grupos de Acción Local de Castilla-La Mancha, entre los que se encuentra Adiman, va a realizar un estudio sobre el impacto económico que la crisis del COVID-19 tendrá en el mundo rural de la región y las posibles soluciones y medidas que deben adoptarse para reducir los efectos negativos de la pandemia.
Para ello, se contará con los datos que transmitan los emprendedores, autónomos y pymes del medio rural, especialmente aquellos que hayan sido beneficiarios de ayudas Leader o que pudieran serlo en un futuro.
Los encargados de hacer llegar los formularios al tejido económico y productivo de cada comarca son los Grupos de Acción Local de Castilla-La Mancha y ellos también serán los encargados de recoger y analizar los datos obtenidos para obtener así una radiografía real de la situación de su territorio como consecuencia de la pandemia.
Con todo ello, se elaborará un informe regional que se trasladará a la Consejería de Agricultura, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Comunidades, como autoridad responsable de la ejecución de los programas Leader en Castilla-La Mancha.
El presidente de Recamder, Jesús Ortega, ha señalado que “contar con informes de este tipo es muy necesario e importante porque la mejor forma de conocer la realidad socioeconómica de los pueblos es escuchar de primera mano a quienes viven y trabajan en ellos”. En este sentido, ha indicado que “el documento final que se obtenga nos permitirá adelantarnos y plantear medidas efectivas que contribuyan a reducir las consecuencias negativas de esta crisis”.
Ortega ha destacado que “este estudio es muy interesante para tener una percepción real de la situación que el coronavirus dejará en el mundo rural y cómo puede afectar a los emprendedores, pero también será una herramienta muy útil para el trabajo de los Grupos de Acción Local puesto que podremos ajustar más nuestras acciones de cara a ayudar a minimizar los efectos y a exprimir las potencialidades de nuestros pueblos”.
En el formulario remitido a los empresarios de cada comarca se recopilará información sobre problemas de suministros, prestación de servicios, caída en la facturación o problemas para hacer llegar los productos al mercado o a clientes de forma directa. Además, se analiza si las empresas se han visto obligadas a recurrir a ERTE o si prevén problemas para mantener los empleos, cómo afecta la situación al pago a proveedores o a los cobros, y cuáles son las medidas que consideran que podrían adoptar por parte de las Administraciones para paliar los efectos e impactos negativos de esta crisis sobre los negocios.
No obstante, también se busca detectar experiencias positivas de empresas que no han sido sacudidas por esta crisis y que puedan servir como referencia y ejemplo para otras empresas.