REDR publica el ‘Estudio estructurado sobre el Valor Añadido de la acción de los GAL en el actual período’.

Fuentes: REDR

  • Descarga aquí el ‘Estudio estructurado sobre el valor añadido de la acción de los GAL en el actual período’ [PDF]
  • El estudio ha sido elaborado gracias a la información facilitada por los Grupos de Acción Local a través de varias encuestas.
  • REDR ha editado este estudio formulativo y descriptivo sobre el valor añadido de la metodología LEADER teniendo como muestrarepresentativa a nivel nacional la implicación de expertos de redes regionales, grupos de acción local, representantes de la sociedad civil, organizaciones, administración local y sector empresarial e instrumentalizado a través de herramientas como artículos, entrevistas, cuestionarios… como parte del convenio con el MAPA.

El Estudio estructurado sobre el Valor Añadido de la Acción de los GAL en el actual periodo, editado por incluye un interesante artículo del gerente de Recamder, Jose Luis Peralta, sobre Leader y los Grupos de Acción Local. Páginas 14 y 15 del estudio.

En numerosas ocasiones, las disertaciones en torno a la despoblación y el medio rural se disuelven en multitud de cifras y números, variables medibles y cuantificables que en ocasiones velan -ocultan- a los protagonistas principales, sus voces, sus contextos o su realidad.

En esta serie de artículos, entrevistas y cuestionarios, a través de sus resultados, se hace un breve repaso a la realidad no visible de los territorios y se ponen de manifiesto las singularidades locales, la apología a los sentimientos y su relación con un orden social, cultural y moral determinado, latente y vivo en las zonas rurales.

Es habitual centrar los análisis antropológicos o económicos en el análisis de datos cuantitativos. ¿Qué cantidad de fondos europeos se han aprobado este año para el medio rural? ¿Cuántos puestos de trabajo ha creado esta medida? ¿Y cuánta población se ha visto beneficiada? En el caso de LEADER, donde los datos hablan por sí mismos, es necesario a la vez parar un momento a reflexionar sobre qué ha supuesto para las áreas rurales y su población más allá de las asépticas cifras.

LEADER posibilitó a la población local tener una verdadera voz; se invertía así el proceso vertical habitual de gobernanza, para colocar a la sociedad civil, por primera vez, en la primera línea de la toma de decisiones. Ahora, treinta años más tarde, conceptos como gobernabilidad, transparencia o procesos participativos no nos suenan tan extraños; LEADER facilitó estas herramientas a la población rural por primera vez cuando aún no eran conceptos extendidos o legitimados.

Tal vez las formas de expresar y comunicar los logros obtenidos por LEADER no haya sido la deseada; tal vez deberíamos haber abierto alguna vez los telediarios para anunciar que estamos generando empleo, que estamos fijando población, que mantenemos la cultura popular, -el valor que nos hace más humanos-. Que no somos arquetipos ni tampoco somos genotipos; que vivimos en la diversidad rural, y en esa diferencia cultural y social nos sentimos cómodos, abrigados por una misma metodología que busca unificarnos pero, a la vez, nos deja mantenernos «como somos»; no nos cuestiona, pero nos dirige con un objetivo común: la sostenibilidad económica, medioambiental y social.

LEADER es además un instrumento que permite impulsar un desarrollo sostenible y sano y que valora las aportaciones de la propia población, receptora e impulsora de las acciones. El diálogo y la escucha, elementos esenciales en cualquier proceso de construcción de comunidad, forman parte del ADN de esta metodología. Asimismo, el trabajo colaborativo y el entendimiento derivado de su filosofía propician las alianzas entre todo tipo de entidades y la sociedad civil, fomentando así un escenario más cohesionado y preparado para cualquier cambio.

LEADER ha hecho más que visible que es una herramienta que funciona. Como no podría ser de otra manera, tras treinta años, hemos cometido errores, y eso nos hace permanecer vivos y atentos para poder subsanarnos. No somos la panacea, ni lo queremos; somos -y eso nadie nos lo puede cuestionar- los que conocemos nuestro territorio, sus debilidades, sus fortalezas, sus rincones bellos y los menos acicalados… y eso, hoy en día, nos confiere un gran valor, que no estamos dispuestos a perder, sino a mejorar. Porque no hay mejor defensa que una gran fuerza en la unión, y de eso LEADER da lecciones a quien las quiera aprender.

  • Técnicas e instrumentos específicos para la recolección de información llevadas a cabo en el estudio:

Artículos de reflexión de expertos en desarro­llo rural sobre las características y elementos que empoderan la metodología LEADER.

Entrevistas múltiples a beneficiarios finales de la metodología LEADER.

Cuestionarios (recogida de datos cuantitativos-cualitativos) dirigido a los equi­pos técnicos de los grupos de acción local, y su posterior proceso de codificación, tabulación y análisis estadístico.

(8) Artículos de reflexión de expertos en los que analizan el valor añadido de LEADER en sus territorios.

(11) entrevistas múltiples a beneficiarios finales de 7 CCAA que nos aportan desde su mirada local e individual el impacto de las ayudas.

(107) respuestas a los cuestionarios remitidos a los equipos técnicos de los GAL.

En total más de 120 participantes en el estudio para dar una visión sistémica, aterrizada y realista sobre el valor añadido de la metodología LEADER.