La Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura estableció el 5 de diciembre como Día Mundial del Suelo. Este año el lema es ‘Detengamos la erosión del suelo, salvemos nuestro futuro’, con el que pretende concienciar sobre la importancia de mantener ecosistemas saludables y el bienestar humano, abordando los desafíos crecientes en la gestión del suelo y aumentando la conciencia sobre los suelos y alentando a los gobiernos, organizaciones, comunidades y personas de todo el mundo a que se comprometan a mejorar de manera proactiva la salud del suelo.
Según el Programa de Acción Nacional contra la Desertificación, PAND, en La Manchuela Conquense se encuentran en riesgo de desertificación alta o muy alta 130.967,23 hectáreas equivalentes a la mitad de la superficie comarcal.
El Programa de Acción Nacional contra la Desertificación coordinado por el MAGRAMA constituye la principal obligación contraída por nuestro país como firmante de la Convención de Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CLD). De acuerdo al artículo 10 de la CLD, el objetivo de los Programas de Acción Nacional consiste en determinar cuáles son los factores que contribuyen a la desertificación y las medidas prácticas necesarias para luchar contra ella y mitigar los efectos de la sequía. El riesgo de desertificación es evaluado en función de los siguientes factores: la aridez, la sequía, la erosión, los incendios forestales y el uso no sostenible de los recursos hídricos.